martes, 21 de octubre de 2014

Estadounidenses que tuvieron contacto con enfermo de ébola terminan período de vigilancia

DALLAS EEUU (Reuters) - El lunes terminaron semanas de preocupaciones para decenas de personas que tuvieron contacto con un paciente fallecido de ébola y que fueron puestos bajo vigilancia estricta, informaron funcionarios de salud de Texas.

Cuarenta y tres personas que estuvieron con Thomas Eric Duncan, la primera persona diagnosticada con la enfermedad en Estados Unidos, fueron liberadas del sistema de supervisión dos veces por día al no exhibir síntomas durante las últimas tres semanas, afirmó el Departamento de Salud estatal, aunque 120 permanecían en listas de vigilancia.

El fin de la monitorización de algunos podría aliviar la ansiedad generalizada sobre el ébola en Estados Unidos, donde algunos legisladores han llamado a establecer una prohibición de viajes desde África Occidental para contener la propagación del virus.

El peor brote de ébola de la historia ha causado la muerte de más de 4.500 personas, la mayoría de ellas en Liberia, Sierra Leona y Guinea.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el lunes a Nigeria como país libre de ébola tras cumplirse un período de 42 días sin que se registren casos nuevos, una historia de éxito para naciones de África que luchan por contener al virus.

La presidenta de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf, llamó el domingo a una acción internacional más enérgica para controlar la epidemia y dijo que la enfermedad estaba provocando una catástrofe económica que dejaría a una "generación perdida" de jóvenes en el África Occidental.

Pese a que funcionarios de la salud descartaban el riesgo a varias de las personas sometidas a vigilancia diaria, el Gobierno federal ha fortalecido su respuesta en Estados Unidos, donde tres personas han sido diagnosticadas con el virus.

Duncan, que viajó desde Liberia y murió el 8 de octubre, fue el primer caso en Estados Unidos. Posteriormente la enfermedad se verificó en dos enfermeras que lo trataron cuando estuvo hospitalizado.

Un alto funcionario de la salud de Estados Unidos dijo el domingo que el Gobierno emitirá nuevas orientaciones en las que dirá a trabajadores de la salud de Estados Unidos que cubran completamente su piel y cabello al tratar a pacientes con ébola.

Las viejas orientaciones permitían algo de exposición de la piel. El virus se propaga a través del contacto directo con la sangre y fluidos corporales de personas infectadas.

El nuevo zar contra el ébola nombrado por el Gobierno, el abogado Ron Klain, comenzará a trabajar esta semana con un mandato para aliviar la ansiedad de los estadounidenses por el virus y establecer la coordinación federal con los estados para controlar su propagación.

"RIESGO CERO"

Funcionarios en Dallas dijeron que las personas que fueron borradas el lunes de las listas de vigilancia de Texas no mostraron síntomas de la enfermedad durante el período de incubación de 21 días.

"Existe un riesgo cero de que cualquiera de estas personas que fueron retiradas de la lista tengan ébola. Estuvieron en contacto con una persona que tuvo ébola y el período de tiempo para que ellos presenten el ébola ya pasó. Se acabó. Ellos no tienen ébola", comentó el juez del condado de Dallas, Clay Jenkins, en una conferencia de prensa.

Jenkins agregó que además de las 43 personas borradas de la lista, una persona será retirada de la misma más tarde el lunes y otros cuatro saldrán de esa nóminas en los próximos días.

El domingo, funcionarios dijeron que una trabajadora de un laboratorio que se había aislado voluntariamente en su cabina en un crucero durante sus vacaciones por el Caribe había arrojado negativo en un examen de ébola.

La trabajadora desembarcó junto a otros pasajeros cuando el barco Carnival Magic arribó a Galveston, Texas, el domingo tras un crucero de una semana en que Belice y México prohibieron que la nave atracara debido a la presencia de la mujer a bordo.

Una serie de falsas alarmas y errores respecto al ébola han afectado a Estados Unidos desde que Duncan fue diagnosticado, lo que ha remecido la fe de los estadounidenses en el sistema médico del país y de su capacidad para prevenir enfermedades.