miércoles, 12 de agosto de 2015

Italia rescata a inmigrantes de un naufragio

ROMA (Reuters) - Hasta 50 inmigrantes fueron dados por desaparecidos tras el naufragio de una lancha de goma en el mar Mediterráneo, informaron el miércoles los servicios de rescate italianos, después de socorrer a más de 1.500 personas desde otras embarcaciones en las últimas 24 horas.

El Mediterráneo se ha convertido en la frontera internacional con más muertes para los inmigrantes. Más de 2.000 inmigrantes y refugiados han muerto en lo que va de año en un intento de llegar a Europa por barco, frente a las 3.279 muertes durante todo el año anterior, dijo la semana pasada la Organización Mundial para las Migracines.

Un helicóptero de la Armada italiana avistó el martes una embarcación de goma que parecía estar desiflando y lanzó salvavidas a los inmigrantes que iban a bordo. La lancha finalmente se hundió.

El buque naval italiano Mimbelli acudió al lugar y puso a salvo a 52 inmigrantes. Los supervivientes relataron que había unas 100 personas a bordo, lo que deja aproximadamente medio centenar desaparecidos, dijo una fuente de los equipos de rescate.

Durante todo el martes, la guardia costera italiana dijo que había coordinado el rescate de más de 1.500 inmigrantes, muchos de los cuales huyen de zonas de guerra y de la pobreza en África y Oriente Medio, de siete embarcaciones diferentes.

Los traficantes de personas, en su mayoría con base en Libia y que cobran miles de dólares por el pasaje, han enviado a más de 100.000 inmigrantes por mar a Italia en lo que va de año, según el Ministerio del Interior italiano. El año pasado, Italia recibió 170.000.

Unos 200 inmigrantes fueron dados por muertos a principios de este mes cuando su embarcación naufragó en la costa de Libia. Más de 400 fueron rescatados del naufragio.

La endeudada Grecia también ha tenido problemas para hacer frente a la llegada de inmigrantes y refugiados a sus costas. La policía griega empleó porras y extintores contra los inmigrantes en la isla de Kos el martes tras la violencia surgida en un estadio en el que cientos de personas, entre ellos niños, esperaban recibir sus papeles de inmigración.